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El techo de cristal en la ciencia

11/02/2019

La directora del Centro Universitario de la Visión, Nuria Tomás, reivindica que "nuestro reto como sociedad es trabajar por la paridad en la educación, el empleo y el reconocimiento de las mujeres en ciencia"

El 14 de marzo de 2011 la Commission on the Status of Women de las Naciones Unidas concluyó que hay que fomentar el acceso y la participación de las mujeres y las niñas en la educación, la formación, la ciencia y la tecnología, así como la promoción de la igualdad de acceso de las mujeres al pleno empleo y al trabajo decente para quela capacidad de las mujeres contribuya al desarrollo, al crecimiento económico y al bienestar de todas las sociedades y naciones.

Sin embargo, no fue hasta el 15 de diciembre de 2015, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 11 de febrero de cada año, el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Gracias en buena parte al impulso de la RASIT (Royal Academy of Science International Trust), una organización que desde 1968 trabaja para empoderar a las mujeres en la ciencia a través de la educación, el empleo y el reconocimiento, tres conceptos que deberían ir ligados y que a menudo no van cuando hablamos de mujeres y ciencia.

El 11 de febrero, es un buen momento para dar un vistazo a los datos que tenemos al alcance, datos que, en este caso, no mienten ni son susceptibles de interpretación alguna. Por lo que hace a formación, como podemos ver en el gráfico siguiente, la proporción de mujeres tituladas en títulos de grado (61%) y máster (57%) supera claramente la de hombres. Contrariamente, cuando hablamos de estudios post doctorales, la tendencia se invierte y el porcentaje de mujeres decae hasta un 49%.



Presencia de mujeres y hombres en las universidades catalanas curso 2014 - 2015.
Fuente: http://universitatsirecerca.gencat.cat/web/.content/16_ciencia_i_societat/ciencia_i_societat/dones_i_ciencia/documents/jornada_commem_dona_ciencia/4-Inma-Pastor.pdf

Por lo que respecta al empleo, si tomamos de ejemplo el CSIC (Consejo Superiro de Investigaciones Científicas), la institución publica dedicada a la investigación más grande de España y la tercera de Europa, de nuevo se puede observar que, a pesar de que en las etapas de formación (pre-doctoral) hay una mayoría de mujeres, los puestos permanentes y de más responsabilidad los ocupan los hombres.



Participación en las tareas científicas del CSIC: porcentaje de hombres y mujeres según el tipo de vinculación (RyC: becas Ramón y Cajal, CT: científicos titulares, Investigadores científicos, PI: profesores de investigación)
Fuente: http://www.csic.es/web/guest/mujeres-y-ciencia

Si nos trasladamos a la universidad, las estadísticas también muestran que la universidad tampoco es un espacio de igualdad -al contrario de lo que se podría pensar de un sistema en el que se valoran los méritos-. Los datos se reproducen en el primer gráfico mostrado, en forma de tijera, en el que se aprecia una importante pérdida del potencial femenino a partir de la lectura de la tesis doctoral. Es decir, las mujeres son la minoría en todas las etapas de la carrera académica de la universidad, pero especialmente en los puestos de poder de la pirámide organizacional universitaria, con menos de un 20% de catedráticas. Si nos centramos en universidades de ciencias y tecnología, como puede ser la UPC, la situación se agrava, con un 25-30% de mujeres en los estadios intermedios de la carrera académica y sólo un 8% de catedráticas. Esto evidencia la presencia de un techo de cristal, existente en este campo al igual que en la mayoría de ámbitos laborales.


Gráfico Carrera Académica 2015 UPC: https://gpaq.upc.edu/lldades/indicador.asp?index=5_3

En cuanto al reconocimiento, el panorama es también desolador. Fijémonos en los premios Nobel que se dan desde el 1901. Se han dado 326 premios de Física, Química y Medicina, que supone unos 1.350 galardonados (el premio no es siempre unipersonal). En las listas de premiados encontramos sólo 19 mujeres, lo que representa un triste 1,4%.

Si buscamos entre los reconocimientos que se hacen en Cataluña nos podemos fijar en los premios Narcís Monturiol, creados en 1982 para el reconocimiento de personas y entidades que han contribuido significativamente en el progreso de la ciencia y la tecnología en Cataluña. Desde su creación y hasta 2015, se han otorgado 283 galardones, de estos sólo 51 han ido a parar en manos de mujeres (18%). Para dar un detalle positivo, hay que decir que en los últimos años se ha notado un cambio de tendencia, ya que entre 2004 y 2015 encontramos 30 de las 51 mujeres galardonadas.

Más recientemente se ha creado el programa ICREA Academia, que se lanzó en 2008 con el objetivo de impulsar y premiar la excelencia de la investigación de los profesores de las universidades públicas de Cataluña. En las categorías de Ciencias experimentales, ingenierías y ciencias de la salud sólo hay un 26% de premiadas.

La transformación de esta situación significa un reto muy importante y ambicioso. El reto, como sociedad, de trabajar por una paridad en la educación, el empleo y el reconocimiento de las mujeres en ciencia.

Direcciones de interés

Artículo publicado originalmente en: http://www.laccio.cat/2018/02/11/el-sostre-de-vidre-de-les-dones-a-la-ciencia/